El marketing emocional es una herramienta de gran utilidad para generar una estrategia de marca adecuada que tenga un impacto positivo sobre el consumidor, y por tanto, que redunde en resultados positivos de cara a la empresa.

Emociones y sentimientos como estrategia emocional

La emoción es aquello que impulsa al ser humano y por ello, es esencial que las personas sientan emociones a la hora de consumir. Esto, lo saben muy bien las marcas y, emplear las estrategias de marketing emocional adecuadas supone llegar a los potenciales clientes de un modo eficaz. A lo largo del día sentimos muchas emociones que en ocasiones incluso aparecen mezcladas sin que seamos conscientes de ello. La publicidad y los comercios aprovechan las emociones para guiar nuestras compras.

La tristeza, el miedo, la alegría, el asco, la sorpresa, y la ira son consideradas emociones básicas. Las emociones son adaptativas y ocurren en nuestro organismo de forma involuntaria, es por esta razón, que podemos jugar con ellas de cara al marketing, eso sí, siempre honestamente. Empleando herramientas basadas en estas emociones, podemos lograr que el cliente sienta necesidad de comprar, de salir huyendo del negocio o de sentirse feliz en nuestra tienda.

Estímulos y experiencias en el Marketing emocional

Los colores, los aromas, la música, y en general la mezcla de estímulos evocan situaciones placenteras o displacenteras que de modo inequívoco se asocian a un producto, establecimiento o emplazamiento. Las marcas tienen una tarea difícil en cuanto a seleccionar lo que quieren transmitir. Una vez han realizado este trabajo, podrán llevar a cabo la estrategia emocional idónea para su público diana.

La estrategia emocional de las marcas se basa en cubrir las necesidades afectivas de los consumidores. Lograr que establecer un vínculo afectivo entre la marca y el cliente es esencial. Así, el consumidor se sentirá ligado de un modo u otro al producto o servicio; este tipo de marketing no sirve sólo para captar nuevos clientes, sino, para mantener a los antiguos.

Principales estrategias emocionales de las marcas

Las experiencias, las emociones y sensaciones son aspectos que los consumidores buscan. En la era digital en la que podemos obtener todo casi de modo inmediato, cobra gran relevancia diferenciarse, por lo que las marcas han de transmitir lo que el cliente necesita para “hacerlas suyas”.

Las principales estrategias emocionales de las marcas son las siguientes:

Crear un vínculo emocional

Todos sentimos predilección por algunas marcas, ¿recuerdas esos caramelos que tanto te fascinaban de niño?, ¿ese perfume que te remueve tantos sentimientos?, ¿esa bebida que te remonta a las tardes en familia? Las emociones quedan grabadas en nuestro cerebro y por ello, las marcas deben establecer un vínculo emocional adecuado con su público objetivo.

Vender experiencias

Las experiencias, sensaciones y emociones son la clave de que una marca triunfe. El público cada vez es más exigente; ya no desean un producto, sino el mejor. Hay que vender experiencias, no únicamente artículos o servicios. De esta manera la marca se irá posicionando sobre el resto y, unido al vínculo emocional creado resultará imprescindible para el que la demanda.

Lovemark

El concepto “Lovemark” fue creado por Kevin Roberts y se define como la posición de una marca dentro de una determinada cultura. La empresa se relaciona con el consumidor a través de la evocación de emociones, de modo que el cliente acaba amando la marca e integrándola en su vida diaria. Esta estrategia es empleada por grandes marcas como Apple, Coca-Cola, Nike, Nestlé, etc.

 El Marketing Emocional es muy importante para llegar a los consumidores de modo directo sin emplear estrategias agresivas que funcionen de manera efectiva. La estrategia emocional debe ser cuidadosamente seleccionada para obtener los resultados que deseamos y ha pasado a ser imprescindible dentro de nuestra sociedad para aquellas marcas que quieren hacerse un hueco especial en el mercado.